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Comentarios sobre las observaciones formuladas por el Parlamento Europeo en su resolución sobre el Informe Anual 2022 del Banco Central Europeo

Estos comentarios, publicados con ocasión de la presentación del Informe Anual 2022 del BCE al Parlamento Europeo, ofrecen respuestas a las cuestiones planteadas y a las solicitudes formuladas por el Parlamento Europeo en su resolución sobre el Informe Anual del BCE del año anterior[1]. El informe está estructurado por temas. Su finalidad es explicar mejor las políticas del BCE y promover el diálogo con el Parlamento Europeo y el público sobre las cuestiones clave señaladas por los miembros del Parlamento Europeo[2]. El BCE publica estos informes desde 2016, siguiendo una sugerencia del Parlamento Europeo.

1 Política monetaria y evolución económica

Por lo que respecta a la solicitud de la resolución para que el BCE adopte todas las medidas necesarias para reducir la tasa de inflación de conformidad con su mandato, el BCE tiene la determinación de asegurar que la inflación vuelva a situarse de manera oportuna en su objetivo a medio plazo del 2 %. El BCE ha adoptado varias medidas a este fin. En primer lugar, aumentó sus tipos de interés oficiales en 450 puntos básicos entre julio de 2022 y septiembre de 2023. El BCE ya había comenzado a normalizar su política monetaria en diciembre de 2021, anunciando la retirada progresiva de algunas de sus compras de activos. Los datos disponibles en el primer semestre de 2022, caracterizados por un grado excepcional de incertidumbre, confirmaron gradualmente que era probable que la inflación se mantuviera demasiado elevada durante más tiempo de lo previsto inicialmente. Desde entonces, el BCE ha subido los tipos de interés oficiales a una velocidad y a una escala sin precedentes. En cualquier caso, es probable que un inicio más temprano del ciclo de subidas solo hubiera tenido un impacto limitado sobre la inflación en el corto plazo y en horizontes temporales más largos. Las condiciones económicas y financieras difieren entre las distintas áreas económicas. Por tanto, las comparaciones con las reacciones de la política monetaria en otras jurisdicciones, especialmente en Estados Unidos, deben considerarse con cautela. A más largo plazo, las decisiones futuras asegurarán que los tipos de interés oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario, sobre la base de un enfoque dependiente de los datos. La política monetaria del BCE, mediante su objetivo de estabilizar la inflación en el 2 % a medio plazo, contribuye al crecimiento económico sostenible y a la creación de empleo. Además, una política monetaria orientada a la estabilidad de precios también contribuye a limitar la desigualdad impulsada por la elevada inflación. Los hogares con rentas más bajas se ven, por lo general, más afectados por la inflación, dado que gastan una mayor proporción de sus ingresos y sus reservas financieras son más reducidas.

En cuanto a la preocupación por los efectos de segunda vuelta, un desanclaje de las expectativas de inflación y la posibilidad de una espiral de precios y salarios, los datos recientes indican que el riesgo de que estos efectos se materialicen ha disminuido y se mantiene contenido. Daos recientes proporcionan evidencia de una desinflación en curso y de una incipiente moderación del crecimiento de los salarios. Las negociaciones salariales orientadas a compensar la inflación conllevan algunos efectos de segunda vuelta, pero ello no ha dado lugar a una espiral autosostenida. Este riesgo aumenta naturalmente dependiendo de durante cuánto tiempo y en qué medida la inflación se desvía del objetivo del 2 %. Con todo, la inflación ha disminuido considerablemente y se prevé que alcance el objetivo a mediados de 2025. Esto refleja, en parte, las contundentes medidas de política monetaria adoptadas por el BCE. Para evaluar la orientación de su política monetaria, el BCE continúa realizando un seguimiento de la transmisión de la inflación a todas las variables reales y nominales relevantes, a fin de asegurar que la inflación vuelva a situarse en su objetivo del 2 % a medio plazo de manera oportuna. Tanto las expectativas de inflación a largo plazo de los expertos en previsión económica como las medidas basadas en los mercados se han mantenido ancladas en torno al objetivo de inflación del 2 %, y las expectativas de los consumidores son ligeramente elevadas. El BCE sigue realizando un atento seguimiento de esta evolución.

En lo que se refiere a la petición de que el BCE proporcione más información sobre el seguimiento y la fijación del tipo de interés neutro, dicho tipo no es observable y su estimación está sujeta a numerosos problemas de medición y especificación de modelos. El tipo de interés neutro se define como el tipo de interés que ni es expansivo ni contractivo. Los expertos del BCE utilizan diversas estimaciones para calibrar el nivel y la evolución del tipo neutro. Las medidas cíclicas del tipo neutro en la zona del euro parecen haber aumentado desde la pandemia de COVID-19. Sin embargo, es poco probable que las estimaciones de evolución lenta ancladas a tendencias económicas a largo plazo hayan aumentado significativamente en ausencia de cambios en los factores económicos estructurales (crecimiento de la productividad, demografía y aversión al riesgo). A principios de este año, los expertos del BCE publicaron más información sobre los usos y las limitaciones del tipo de interés neutro[3]. Cabe señalar que los bancos centrales solo estiman —y no fijan— los tipos de interés neutros.

En relación con el significado de «medio plazo» en el objetivo de inflación, y considerando un enfoque más cualitativo de la estabilidad de precios, no existe una definición ex ante numéricamente precisa de «medio plazo», mientras que un objetivo numérico preciso para la inflación general es fundamental para anclar las expectativas de inflación. Esto se explicó, por ejemplo, en el anterior informe de comentarios del BCE[4]. La orientación a medio plazo da cabida a las inevitables desviaciones a corto plazo de la inflación con respecto del objetivo del 2 %, y también tiene en cuenta los desfases y la variabilidad en la transmisión de la política monetaria a la economía y a la inflación. La duración del medio plazo varía en función de condiciones tales como el origen, la magnitud y la persistencia de la desviación de la inflación con respecto al objetivo. En cuanto a la definición del objetivo de inflación, la revisión de la estrategia de 2021 concluyó que la mejor forma de mantener la estabilidad de precios es tener un objetivo de inflación del 2 % a medio plazo[5]. Disponer de este objetivo cuantitativo proporciona un ancla clara para las expectativas de inflación, que es esencial para mantener la estabilidad de precios. De hecho, la mayoría de las expectativas de inflación se han mantenido ancladas, en general, en torno al 2 %, pese al reciente episodio de tipos de inflación muy elevados, lo que demuestra que el objetivo del BCE es creíble y comprensible.

En lo que concierne a la solicitud de revisar y mejorar en profundidad los modelos del BCE utilizados en la elaboración de la política monetaria, es importante destacar que el BCE revisa y actualiza constantemente sus modelos[6]. Para sus proyecciones, el BCE aplica una amplia gama de modelos, que utilizan información de patrones empíricos observados en los datos, complementada con juicio experto y análisis de riesgos. El BCE lleva 25 años aplicando este enfoque. Ha demostrado ser una manera sólida de combinar instrumentos alternativs complementarios que puedan ajustarse con flexibilidad para hacer frente a acontecimientos imprevistos y nuevos retos. Por ejemplo, tras la crisis financiera global, los instrumentos del BCE se ampliaron con medidas de política monetaria no convencionales. El BCE también ha ajustado sus modelos, y los mejora continuamente, a fin de incorporar mejor los riesgos relacionados con el clima. Esto permitirá al BCE evaluar, por ejemplo, los efectos de cambios acusados de las temperaturas o los efectos a medio plazo de los impuestos sobre el carbono. También se introdujeron oportunamente revisiones y ampliaciones de los modelos a fin de examinar los acontecimientos excepcionales y la evolución que han tenido lugar desde 2020. Entre ellos, elementos epidemiológicos durante la pandemia y una desagregación del sector energético y de las estructuras de producción tras el estallido de la guerra de Rusia contra Ucrania. Las perturbaciones observadas en los últimos años no tienen precedentes desde una perspectiva histórica, lo que ha llevado inevitablemente a los analistas de las instituciones a incurrir en mayores errores de predicción[7]. El BCE revisará sus modelos de forma más amplia si se obtiene una imagen clara de que estas perturbaciones han cambiado sustancialmente la estructura de la economía. Hasta entonces, la manera más sólida de hacer frente a la incertidumbre sigue siendo un enfoque basado en la aplicación de un conjunto de modelos.

Con respecto a la invitación a analizar los determinantes de la inflación por el lado de la oferta y de la demanda, el BCE ha realizado un exhaustivo análisis[8]. Los estudios sugieren que, inicialmente, el reciente repunte de la inflación tuvo su origen, principalmente, en factores del lado de la oferta, que incluyen, en particular, la evolución de los mercados de la energía. Otros factores fueron la evolución de los precios de las materias primas y los efectos de los cuellos de botella en las cadenas de suministro mundiales, además de la escasez de mano de obra relacionada con la pandemia. No obstante, con el tiempo, las perturbaciones de oferta se han atenuado y la importancia relativa de los factores del lado de la demanda ha aumentado. Esto es especialmente relevante en el sector servicios, en el que la demanda embalsada dio lugar a fuertes subidas de precios tras la retirada de las restricciones impuestas por la pandemia (por ejemplo, en los segmentos de actividades recreativas y de turismo y viajes).

2 Estabilidad financiera

En cuanto a la invitación para que el BCE vigile la situación de los préstamos dudosos, el seguimiento de la calidad de los activos bancarios es un elemento integrante de las evaluaciones periódicas de la estabilidad financiera que realiza el BCE. La estabilidad financiera es una condición indispensable para la estabilidad de precios. En particular, la baja calidad de los activos puede comprometer la capacidad de intermediación de los bancos y ser perjudicial para la estabilidad financiera. El BCE presenta sus evaluaciones de la estabilidad financiera en su informe semestral Financial Stability Review, que incluye un análisis de la evolución de la calidad de los activos. El informe de noviembre de 2023 concluye que el aumento de los costes del servicio de la deuda plantea un reto cada vez mayor para las empresas, los hogares y los Estados endeudados, aunque el impacto del endurecimiento de las condiciones financieras aún no se ha materializado plenamente[9]. Señala que las ratios de préstamos dudosos de los bancos disminuyeron durante varios años tras el establecimiento del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), y que se estabilizaron en torno a los mínimos de varios años en el primer semestre de 2023, con signos incipientes de aumento de las pérdidas en algunas carteras de préstamos[10]. Los expertos del BCE continúan analizando la evolución de las políticas y asesorando sobre las medidas para hacer frente a los préstamos dudosos desde una perspectiva macroprudencial. Esto complementa el trabajo del MUS, que adopta una perspectiva microprudencial.

3 Consideraciones sobre el cambio climático en la política monetaria

En cuanto a la evaluación de los efectos del cambio climático en su capacidad para mantener la estabilidad de precios, el BCE sigue integrando consideraciones sobre el cambio climático en proyecciones macroeconómicas elaboradas por sus expertos y ampliando sus modelos macroeconómicos de referencia para tener en cuenta las políticas de mitigación. Esto ha ayudado al BCE a evaluar diversos riesgos. Por una parte, examina los riesgos físicos del cambio climático y de la creciente de pérdida de diversidad de los ecosistemas. Por otra, analiza los riesgos de transición hacia una economía neutra en carbono o de los cambios normativos que limitan la explotación de los recursos naturales. En relación con los riesgos físicos, el BCE sigue estimando el impacto sobre la inflación de fenómenos meteorológicos extremos[11]. Está utilizando técnicas de modelización innovadoras para explorar también la forma de incorporar estos efectos a las proyecciones macroeconómicas. Por otra parte, está trabajando en la adaptación de modelos estructurales y herramientas de series temporales para evaluar el impacto de cambios climáticos físicos agudos y compuestos sobre la inflación y la economía real, La evaluación se realizará a nivel agregado y sectorial. En cuanto a los riesgos de transición, el BCE se propone contar con modelos punteros que analicen los efectos macroeconómicos de las políticas de transición relacionadas con cambio climático. Por ejemplo, estos modelos podrían medir el impacto de las políticas fiscales ecológicas discrecionales en el crecimiento y la inflación a corto plazo, así como el impacto de las políticas de la Unión Europea a medio plazo[12]. Este tipo de análisis sitúa al BCE en mejor posición para integrar el impacto de las políticas de mitigación del cambio climático en las proyecciones macroeconómicas y fiscales de sus expertos, así como en los modelos macroeconómicos. De cara al futuro, el nuevo plan sobre clima y naturaleza 2024-2025 define los esfuerzos del BCE para seguir explorando otras formas en las que los riesgos relacionados con la naturaleza afectan a nuestra economía y a nuestro sistema financiero[13]. Ello contribuirá además a entender mejor las posibles implicaciones del cambio climático y de la degradación de la naturaleza para la estabilidad de precios.

En lo tocante a la invitación a abordar las deficiencias del mercado, respetando al mismo tiempo la neutralidad del mercado, el BCE seguirá respetando el principio incluido en el Tratado de «una economía de mercado abierta y de libre competencia, fomentando una eficiente asignación de recursos». La neutralidad del mercado es un instrumento operativo, no un requisito legal. Puede contribuir a garantizar que las intervenciones del BCE en el mercado se ajusten al principio de economía de mercado abierta. El BCE puede apartarse justificadamente del principio de neutralidad del mercado, a fin de cumplir los objetivos y principios pertinentes del Tratado. Por ejemplo, en consonancia con la hoja de ruta climática del BCE[14], el Consejo de Gobierno decidió orientar sus tenencias de bonos corporativos hacia los emisores con mejor comportamiento climático a partir del 1 de octubre de 2022, mediante la reinversión de las amortizaciones. Ello era necesario para corregir el sesgo de carbono en la cartera de bonos corporativos y la consiguiente acumulación de riesgos climáticos en el balance del Eurosistema. También permitió al BCE tener en cuenta su objetivo secundario. Hasta el momento, los resultados obtenidos son prometedores. La intensidad en carbono media ponderada de los flujos de compras de bonos corporativos del BCE disminuyó más de un 65 % en el primer año tras la aplicación de nuestras reinversiones orientadas, es decir, de octubre de 2022 a octubre de 2023. El BCE espera que la descarbonización de sus carteras de valores corporativos prosiga a lo largo de 2024 en una trayectoria que respalde los objetivos del Acuerdo de París.

En relación con las operaciones de refinanciación ecológicas específicas a más largo plazo o instrumentos similares: el Consejo de Gobierno, en el marco de su mandato, tiene el compromiso de revisar periódicamente sus instrumentos a la luz de su objetivo secundario, sin perjuicio del objetivo de mantener la estabilidad de precios. En la revisión de su estrategia de 2021, el BCE consideró las operaciones de financiación con un objetivo verde. Estas operaciones incentivarían a los bancos a aumentar sus préstamos ecológicos, por ejemplo, ofreciéndoles un descuento del tipo de interés para hacerlo. No obstante, la revisión puso de manifiesto importantes retos que aún persisten en la actualidad, referidos a la cobertura y la calidad de los datos, la definición de criterios adecuados para los objetivos verdes y los procesos y capacidades de verificación. Recientes revisiones de otras medidas del marco del plan sobre clima y naturaleza se tradujeron en una mayor orientación climática para las compras de activos del sector empresarial. Asimismo, concluyeron que los recortes de valoración aplicados a los activos de garantía ofrecían una protección suficiente frente a los riesgos financieros relacionados con el clima[15]. El BCE sigue trabajando en la aplicación de una medida destinada a limitar la proporción de activos emitidos por entidades con una elevada huella de carbono que pueden pignorarse como garantía cuando los bancos obtienen financiación del Eurosistema. Además, en el marco de su mandato, el BCE estudiará los argumentos a favor de una mayor integración de consideraciones climáticas en los instrumentos y las carteras de política monetaria. Este compromiso se refleja también en los cambios acordados recientemente en nuestro marco operativo para la ejecución de la política monetaria[16].

En cuanto al trabajo del BCE sobre las pruebas de resistencia frente al riesgo climático, el BCE seguirá desempeñando un papel activo en este ámbito. El BCE ha mejorado su conocimiento sobre el uso de análisis de escenarios para evaluar los riesgos financieros derivados del cambio climático. Entre otras cosas, el BCE ha presidido una línea de trabajo sobre el diseño y el análisis de escenarios en el marco de la Red para la Ecologización del Sistema Financiero (Network for Greening the Financial System, NGFS)[17]. Las pruebas de resistencia climática realizadas por el BCE evalúan la capacidad de resistencia frente a los riesgos físicos y de transición. Estas pruebas de resistencia se llevan a cabo para las sociedades no financieras y las entidades de crédito de la zona del euro, así como para el balance del Eurosistema. Se basan en la combinación de las proyecciones macroeconómicas elaboradas por los expertos del Eurosistema (Broad Macroeconomic Projection Exercise, BMPE) y los escenarios desarrollados por la NGFS, y aplican una serie de supuestos en términos de políticas climáticas futuras. La segunda prueba de resistencia climática agregada del conjunto de la economía realizada por el BCE mostró que actuar de forma inmediata y decisiva aportaría beneficios significativos a la economía y al sistema financiero de la zona del euro. Esto no solo mantendría la trayectoria óptima de cero emisiones netas, limitando el impacto físico del cambio climático a largo plazo, sino que también limitaría el riesgo financiero[18]. En este escenario, el riesgo para la estabilidad financiera sería contenido, siempre que las empresas y los hogares pudieran financiar sus inversiones ecológicas de manera ordenada. Además, el BCE participa ahora, junto con las Autoridades Europeas de Supervisión y la Junta Europea de Riesgo Sistémico, en un ejercicio de prueba de resistencia climática «Objetivo 55». El objetivo es evaluar la capacidad de resistencia del sector financiero en consonancia con el paquete «Objetivo 55». Está previsto que este ejercicio puntual concluya a más tardar en el primer trimestre de 2025. Se centra en el sistema financiero de la UE en su conjunto y evalúa su capacidad de resistencia en un escenario base y en dos escenarios adversos que terminan en 2030.

Con respecto al llamamiento de la resolución para abordar toda sospecha de sesgo ideológico en el seno del BCE, en particular sobre las políticas relacionadas con el cambio climático, el BCE valora la diversidad de pensamiento, lleva a cabo sus actividades sobre una base fáctica y seguirá actuando en consonancia con las competencias que le confieren los Tratados. La diversidad y la inclusión están profundamente arraigadas en la cultura de trabajo del BCE. El BCE se ha comprometido a fomentar un entorno de trabajo inclusivo sin ninguna forma de discriminación. Esta visión se describe en la Carta interinstitucional para la igualdad, la diversidad y la inclusión[19]. La carta destaca tanto el compromiso del BCE de promover entornos de trabajo basados en el respeto y la dignidad, como el hecho de que los lugares de trabajo diversificados e inclusivos mejoran el desempeño y la resiliencia de las organizaciones. El trabajo del BCE en materia de política monetaria está guiado por su objetivo principal de mantener la estabilidad de precios. Para ello, el BCE debe tener en cuenta los riesgos relacionados con el clima y la naturaleza en la medida necesaria para mantener la estabilidad de precios y ejecutar su política monetaria. Además, de acuerdo con su objetivo secundario, y sin perjuicio de su objetivo principal, el BCE está obligado a apoyar las políticas económicas generales de la Unión con el fin de contribuir a los objetivos de la Unión. El BCE se ha comprometido a desempeñar el papel que le corresponde en el marco de su mandato y de conformidad con la legislación de la UE. Las instituciones con competencias para establecer estas políticas generales han subrayado que la lucha contra el cambio climático es también una prioridad de las políticas económicas de la Unión.

4 Euro digital

Con respecto a la afirmación de que un euro digital no debe sustituir al efectivo, debe respetar la privacidad de los ciudadanos y las empresas, y no debe poner en peligro la estabilidad financiera, el BCE reafirma su compromiso de seguir proporcionando efectivo, al tiempo que está diseñando un euro digital con un elevado nivel de privacidad, así como salvaguardias para proteger la transmisión de la política monetaria y la estabilidad financiera. El BCE acoge con satisfacción las propuestas legislativas de la Comisión Europea incluidas en el paquete de medidas sobre la moneda única. Una vez en vigor, garantizarían que en un mundo cada vez más digitalizado, siempre se dispondría de una opción de pagar con un medio de pago público, tanto en efectivo como en un euro digital[20]. Un euro digital sería un complemento del efectivo, pero no lo sustituiría. Existiría en paralelo al efectivo en respuesta a la creciente preferencia de los consumidores de pagar digitalmente, de manera rápida y segura[21]. Sería una forma electrónica de efectivo en euros que aportaría características similares a las del efectivo a la era digital. Se diseñaría para proporcionar un nivel de privacidad superior al de otros métodos de pago digitales y con una serie de salvaguardias para proteger la transmisión de la política monetaria y la estabilidad financiera[22]. En particular, las tenencias de euros digitales no se remunerarían y se fijarían límites a la cantidad de euros digitales que los particulares podrían mantener. El BCE colaborará con las entidades de crédito y con otros participantes en el mercado para definir la metodología analítica para determinar un límite de tenencia.

En lo que se refiere a la observación de que la introducción del euro digital depende de una decisión del Parlamento Europeo y del Consejo como colegisladores, el BCE reafirma que una posible decisión del Consejo de Gobierno de emitir un euro digital solo se adoptaría tras la adopción de dicho acto legislativo. Un amplio apoyo político a un euro digital será crucial para el Eurosistema en el contexto de la decisión de emitir un euro digital. El BCE ha adquirido el compromiso de seguir colaborando estrechamente con las instituciones y autoridades europeas en relación con el proyecto de un euro digital. Las oportunidades incluirán sus comparecencias públicas periódicas ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (ECON), también una vez concluidas las deliberaciones legislativas. De hecho, la propuesta de la Comisión sobre un euro digital dispone que el BCE informará periódicamente sobre la evolución de un euro digital. Además, el BCE está dispuesto a proporcionar información técnica para apoyar los trabajos legislativos y contribuir a la adopción del reglamento en los plazos previstos.

5 Criptoactivos y ciberseguridad

Por lo que se refiere al riesgo de ciberataques, el BCE señala que presta mucha atención a posibles ciberataques, realizando un estrecho seguimiento de las posibles amenazas y ajustando sus medidas de protección en caso necesario, en estrecha cooperación con el Sistema Europeo de Bancos Centrales y las entidades del MUS, así como con las demás instituciones, organismos y agencias de la UE. En relación con los servicios TARGET[23], que garantizan el libre flujo de efectivo, valores y activos de garantía en toda Europa, los bancos centrales nacionales (BCN) que prestan estos servicios mantienen la vigilancia de su seguridad y resistencia. Vigilan de cerca y hacen un seguimiento de cualquier amenaza que se produzca. Se han adoptado medidas de ciberseguridad sólidas que se revisan periódicamente. Cuando resulta necesario, se deciden medidas adicionales para proteger adecuadamente los sistemas. En el marco de la Estrategia de Ciberresiliencia para las Infraestructuras de los Mercados Financieros (IMF) del Eurosistema, el BCE, junto con los BCN de la zona del euro, ha establecido múltiples iniciativas dirigidas a reforzar la ciberresiliencia de las entidades, y los bancos centrales actúan como supervisores o como catalizadores. Por ejemplo, el BCE coordinó y aplicó el marco TIBER-EU[24], que permite la realización de pruebas avanzadas y en profundidad de forma controlada. Además, evaluó las entidades que supervisa en relación con un conjunto de requisitos con el fin de mejorar continuamente su situación en materia de ciberresiliencia. Para catalizar iniciativas público-privadas sobre temas de ciberseguridad estratégicos, el BCE presidió el Euro Cyber Resilience Board (ECRB), un foro de debate entre las infraestructuras paneuropeas de los mercados financieros, sus proveedores de servicios críticos y las autoridades públicas. El ECRB estableció la Iniciativa para el Intercambio de Información e Inteligencia Cibernéticas para compartir ciberinteligencia e intercambiar las mejores prácticas. El BCE también ha participado en debates con otras autoridades de la UE e internacionales.

En relación con el seguimiento de nuevos tipos de activos digitales, como los criptoactivos, y los riesgos conexos en términos de ciberseguridad, blanqueo de capitales, fraude fiscal, financiación del terrorismo y otras actividades delictivas relacionadas con el anonimato proporcionado por los criptoactivos, el BCE continúa siguiendo de cerca la evolución del ecosistema de criptoactivos y evalúa los riesgos conexos. El BCE continua informando sobre los riesgos de los criptoactivos y sus expertos han contribuido a los debates técnicos sobre cómo realizar un seguimiento de dichos riesgos[25]. Además, el BCE ha contribuido al seguimiento y al análisis de los riesgos derivados de los criptoactivos a escala internacional y de la UE[26]. Como parte de su función de vigilancia, el BCE hace un seguimiento de los esquemas y acuerdos de pago y, periódicamente, de las actividades pertinentes en relación con los criptoactivos. Este seguimiento incluye tokens digitales de pago que han alcanzado cierto grado de importancia para la zona del euro. También coopera con las Autoridades Europeas de Supervisión en la elaboración de normas técnicas de regulación para poner en práctica el nuevo régimen específico para los mercados de criptoactivos con arreglo a la propuesta de Reglamento relativo a los mercados de criptoactivos (MCA). El BCE siguió de cerca la finalización del nuevo marco de la UE para la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo (PBC/FT). Espera establecer una estrecha cooperación con la nueva Autoridad de Lucha contra el Blanqueo de Capitales (Anti-Money Laundering Authority – AMLA) en Fráncfort. El BCE también ha continuado siguiendo de cerca los debates sobre la regulación de los activos virtuales en el Grupo de Acción Financiera. Por último, a través de su participación en diversos organismos reguladores internacionales, continúa contribuyendo al desarrollo de normas internacionales para hacer frente a los riesgos de los criptoactivos y sus proveedores de servicios, incluidos los riesgos derivados de sus vínculos con el sector financiero.

6 Rendición de cuentas, transparencia y otros aspectos

En referencia al énfasis de su resolución de mantener la rendición de cuentas y la transparencia ante el Parlamento Europeo, el BCE concede gran importancia a su relación de rendición de cuentas ante el Parlamento Europeo y tiene la intención de seguir publicando sus comentarios en el Informe Anual del BCE. La rendición de cuentas ante el Parlamento Europeo ha evolucionado con el tiempo en respuesta a las demandas de un ejercicio de rendición de cuentas más detallado y de mejora de la transparencia. El BCE se ha comprometido a ampliar continuamente estos marcos para garantizar que sigan siendo eficaces y adecuados para su finalidad. Como muestra de la relación constructiva entre las instituciones, el BCE y el Parlamento mantuvieron en 2023 una correspondencia en la que estructuran sus prácticas de interacción en el ámbito de banca central[27]. En el marco de estos mecanismos, el BCE seguirá ofreciendo comentarios detallados a la Resolución del Parlamento sobre el Informe Anual del BCE del año anterior. Los comentarios se publican en el sitio web del BCE junto con su Informe Anual. Ello pone de relieve los esfuerzos del BCE en materia de rendición de cuentas y transparencia. En general, el BCE no solo aprecia el escrutinio, sino también la información obtenida a través de las interacciones con el Parlamento Europeo. Además, acoge con satisfacción estas oportunidades de explicar sus políticas a los representantes elegidos democráticamente y a los ciudadanos de manera más eficaz. El BCE seguirá respondiendo a las solicitudes de control del Parlamento Europeo y se esforzará por mejorar la interacción con sus miembros, de conformidad con las disposiciones del Derecho primario de la UE.

En cuanto a la solicitud de dedicar un capítulo su informe anual para explicar cómo ha interpretado y actuado en relación con su objetivo secundario, el BCE observa que su Informe Anual 2023 incluye un recuadro específico en el que se explica cómo se tiene en cuenta el objetivo secundario en la ejecución de las actividades de política monetaria y presentación de información del BCE. Sin perjuicio de la estabilidad de precios, el Consejo de Gobierno tiene en cuenta consideraciones relacionadas con el objetivo secundario en sus decisiones de política monetaria. El objetivo secundario se reconoce explícitamente en la estrategia de política monetaria del BCE. Esto también se señaló en los comentarios a la resolución del Parlamento Europeo sobre el Informe Anual 2021 del BCE. Siempre que las dos configuraciones del instrumento establecido sean igualmente conducentes y no perjudiciales para la estabilidad de precios, el Consejo de Gobierno, al ajustar sus instrumentos de política monetaria, elije la configuración que mejor apoye las políticas económicas generales de la Unión relacionadas con el crecimiento, el empleo y la inclusión social y que, con vistas a contribuir a los objetivos generales de la Unión, proteja la estabilidad financiera y contribuya a mitigar el impacto del cambio climático. En el recuadro del Informe Anual 2023 se describe con más detalle la forma en que el BCE comunica sus actuaciones relacionadas con el objetivo secundario. Esta cuestión se trata en las conferencias de prensa del BCE, en las reseñas de las reuniones de política monetaria y en otras publicaciones. Por último, el recuadro detalla las secciones del Informe Anual en las que puede encontrarse información sobre las decisiones de política monetaria y el análisis subyacente pertinente para el objetivo secundario.

En relación con la solicitud de que tenga más en cuenta al Parlamento Europeo y que respete las prerrogativas de este en futuros procedimientos de nombramiento, en particular en relación con el MUS, el BCE reitera que atribuye gran importancia a los puntos de vista del Parlamento Europeo y respeta plenamente su papel en el procedimiento de nombramiento. El proceso de selección del presidente del Consejo de Supervisión del BCE fue riguroso y transparente, con pleno respeto de todas las disposiciones pertinentes. En consecuencia, el BCE propuso un candidato final y el Parlamento Europeo decidió dar su aprobación. El proceso se establece en el Reglamento del MUS[28], el Acuerdo interinstitucional entre el Parlamento Europeo y el Banco Central Europeo relativo a las normas prácticas de ejecución de la rendición de cuentas democrática y de la supervisión del ejercicio de las tareas encomendadas al Banco Central Europeo en el marco del mecanismo único de supervisión[29] y en el Memorando de Entendimiento entre el Consejo de la Unión Europea y el BCE sobre la cooperación en los procedimientos relacionados con el mecanismo único de supervisión[30].

Por lo que se refiere a la invitación a mejorar su comunicación sobre los objetivos de política del banco central y las respuestas a las crisis, el BCE se esfuerza por innovar y adaptar continuamente su comunicación a un panorama cambiante de los medios y formas de comunicación, a fin de garantizar que sus mensajes se transmitan de manera eficaz. Especialmente en un momento en el que la subida de los precios es una preocupación clave para los europeos, el BCE está tratando de conectar con audiencias más amplias de los círculos de expertos. El BCE ha venido utilizando varios nuevos formatos para su comunicación a fin de reforzar el énfasis en su objetivo principal de reducir la inflación. Datos recientes —por ejemplo, de la Encuesta sobre las expectativas de los consumidores del BCE— confirman que la televisión, la radio y otros medios de comunicación de interés general continúan siendo canales importantes para lograrlo[31]. Por tanto, los representantes del BCE siguen esforzándose para estar presentes en esos medios y en otros lugares. Por ejemplo, el nuevo formato El BCE y tú explica las políticas del BCE, cómo ha respondido la institución al reciente aumento de la inflación y los motivos en los que se basan sus decisiones. Tenemos el compromiso de llegar al público y de ayudar a difundir el conocimiento y una mejor comprensión de las políticas y los objetivos del BCE. Especialmente en tiempos de crisis, estos esfuerzos de divulgación siguen siendo un elemento fundamental para mejorar la eficacia de la política monetaria y fomentar la confianza en el banco central.

Con respecto a la sugerencia de crear una oficina de evaluación interna para la evaluación a posteriori de sus decisiones estratégicas, el BCE tiene el compromiso de aplicar los estándares más elevados en la formulación de políticas y lleva a cabo evaluaciones de amplio alcance de sus propios análisis y decisiones. El BCE lleva a cabo revisiones específicas de sus políticas de forma continua. Por ejemplo, el 13 de marzo de 2024, el Consejo de Gobierno concluyó una revisión del marco operativo para dirigir los tipos de interés a corto plazo[32]. Además, revisó su estrategia en 2003 y de nuevo en 2020-2021. En estos exámenes, participaron numerosas unidades de gestión del BCE en la evaluación de los resultados de su estrategia de política monetaria. Además, en 2020-2021 también se solicitó la participación del público Como se anunció en 2021, el BCE revisará periódicamente su estrategia de política monetaria en el futuro. Se espera que la próxima revisión tenga lugar en 2025. Además, el BCE es objeto de una amplia gama de evaluaciones externas y ad hoc o sistemáticas a posteriori por parte de académicos, organizaciones no gubernamentales y otras entidades. En consecuencia, el diseño y la ejecución de la política monetaria se debaten y discuten constantemente. Se evalúan en documentos académicos, incluidos los elaborados antes de los diálogos monetarios periódicos en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. También se debaten en conferencias organizadas tanto por el BCE como por terceros. El BCE seguirá reflexionando sobre cómo mejorar la evaluación ex post de sus políticas. Su objetivo es garantizar que sean acordes con las mejores prácticas seguidas en la comunidad de bancos centrales.

En cuanto a la petición de que se estudie el refuerzo del papel internacional del euro con vistas a aumentar su atractivo como moneda de reserva, el BCE reitera que el papel internacional del euro se apoya principalmente en una Unión Económica y Monetaria (UEM) más profunda y completa, que incluye el avance de la unión de los mercados de capitales y la culminación de la unión bancaria, en el contexto de la prosecución de políticas económicas y presupuestarias sólidas en la zona del euro. El BCE destaca la necesidad de intensificar los esfuerzos para completar la UEM y apoya estas políticas. Seguir avanzando en la integración económica y financiera europea es responsabilidad de los colegisladores En una economía mundial potencialmente más fragmentada, será crucial aumentar la resiliencia del papel internacional del euro. Unos fundamentos económicos sólidos, incluidos unos niveles de deuda sostenibles, son determinantes importantes de las monedas internacionales. El atractivo mundial de una moneda depende principalmente de su previsibilidad y estabilidad. Al mismo tiempo, la inflación también influye en el estatus de moneda internacional. El BCE tiene el firme compromiso de mantener la estabilidad de precios a medio plazo. Continuará realizando un seguimiento del papel internacional del euro y publicará su análisis en los correspondientes informes[33].

7 Cuestiones institucionales del BCE

En respuesta a la invitación a seguir trabajando a fin de reforzar la igualdad de oportunidades para todos los géneros en su organización, el BCE destaca su compromiso de mejorar y mantener un mayor equilibrio de género en el conjunto del BCE, incorporando al mismo tiempo la diversidad y la inclusión en todo su espectro. En los últimos años, el BCE ha mantenido su enfoque estratégico en la diversidad de género, a través de una estrategia específica 2020-26 que establece objetivos de género hasta 2026[34]. A final de diciembre de 2023, la composición de la plantilla del BCE por género se mantenía relativamente equilibrada, siendo el 46 % de los empleados mujeres y el 54 % hombres. El porcentaje de mujeres había alcanzado el 39 % en la alta dirección y el 33 % en todos los directivos, lo que es particularmente importante para la creación de referentes y el mentorazgo. La brecha de género en los niveles de expertos y de coordinadores de equipo siguió siendo amplia, ya que solo el 43 % y el 36 % de estos puestos estaban ocupados, respectivamente, por mujeres. En el nivel de analistas, el porcentaje de mujeres ha seguido creciendo y el 56 % de estos puestos estaban ocupados por mujeres. Esto aumentó em mayor medida la reserva de talento femenino para la progresión profesional. Se han aplicado una serie de medidas para garantizar la igualdad de oportunidades para todos los géneros y muchas otras dimensiones de la identidad humana. Entre ellas cabe citar, descripciones inclusivas de puestos de trabajo, diversidad en los paneles de contratación, comunicación dirigida a atraer talento infrarrepresentado en ferias de empleo específicas[35], una beca para mujeres y el programa formativo sobre liderazgo dirigido a mujeres (Women’s Leadership Programme). Asimismo, el BCE ofrece programas de mentorazgo con la opción de seleccionar un enfoque centrado en determinadas dimensiones de la diversidad, modalidades de trabajo flexibles, accesibilidad y adaptaciones razonables para colegas con capacidades diferentes. Para seguir desarrollando y aplicando estas medidas, el BCE y su departamento de recursos humanos están colaborando con embajadores de la diversidad de varias unidades de gestión y con una red de diversidad dirigida por miembros del personal. El BCE seguirá aplicando su estrategia de diversidad de género, fomentando al mismo tiempo la diversidad y la inclusión desde una perspectiva integral. Con ello, se propone capacitar a todo el personal para que aporte su pleno potencial al trabajo.

Gráfico 1

Nuestros empleados y becarios por género

(porcentajes de la plantilla por tramos salariales)

Fuente: Datos del BCE a 31 de diciembre de 2023 relativos a los empleados permanentes y a los empleados con contratos de duración determinada.

En cuanto a la invitación reexaminar periódicamente su régimen deontológico, el BCE confirma que esta es su práctica. Recuerda que, tras la mejora de las Orientaciones sobre ética del Eurosistema y del MUS[36], el régimen deontológico del personal del BCE se está revisando actualmente a fin de adaptar el reglamento del personal del BCE a las normas de conducta e integridad más recientes incluidas en las Orientaciones mencionadas. Una vez finalizada la revisión en curso del régimen deontológico de su personal, el BCE informará al Parlamento Europeo de su resultado. El BCE observa que, desde el 1 de enero de 2023, los altos cargos del BCE han estado sujetos a normas más estrictas sobre operaciones financieras privadas[37]. Las nuevas normas mejoran significativamente el régimen anterior al proporcionar salvaguardias adicionales e introducir una supervisión periódica del cumplimiento. En consecuencia, garantizan que el BCE seguirá figurando entre las principales instituciones que aplican un código de buena conducta e integridad en Europa y a escala internacional.

En cuanto al llamamiento de la resolución para que el BCE adapte su marco interno de denuncia de irregularidades a la Directiva de la UE sobre denunciantes de irregularidades, el BCE observa que la Directiva está dirigida a los Estados miembros de la UE y que debe aplicarse cuando los funcionarios y otros agentes de la Unión comuniquen infracciones que se produzcan en un contexto laboral, fuera de su relación laboral con las instituciones, órganos u organismos de la Unión[38]. No obstante, como se ha señalado anteriormente[39], el marco del BCE[40] está plenamente alineado con los principios de la Directiva. Ofrece un mecanismo de denuncia anónimo y fácil de usar, que permite la denuncia anónima así como normas estrictas para proteger a los denunciantes frente a represalias. A lo largo de 2023, el tercer año completo de funcionamiento de la herramienta, se utilizó para notificar más de la mitad de los casos de denuncia de irregularidades en el BCE, principalmente de forma anónima.

  1. El texto de la resolución adoptada está disponible en el sitio web del Parlamento Europeo.

  2. La fecha de cierre para la elaboración de este informe fue el 27 de marzo de 2024.

  3. Véase «Estimates of the natural interest rate for the euro area: an update», Boletín Económico, n.º 1, BCE, 2024.

  4. Véase «Comentarios sobre las observaciones formuladas por el Parlamento Europeo en su resolución sobre el Informe Anual 2021 del Banco Central Europeo».

  5. Véase «An overview of the ECB’s monetary policy strategy» en nuestro sitio web.

  6. Véanse los análisis de expertos del BCE, por ejemplo, Ciccarelli et al., El blog del BCE Blog, BCE, 5 de julio de 2023 y Ciccarelli et al., , Occasional Paper Series, n.º 344, BCE, 2024, para un análisis reciente de cómo utiliza el BCE los modelos macroeconómicos para realizar proyecciones económicas.

  7. Para un análisis del comportamiento de las proyecciones recientes del BCE, véase «What explains recent errors in the inflation projections of Eurosystem and ECB staff?», Boletín Económico, n.º 3, BCE, 2022.

  8. Véase «The role of demand and supply in underlying inflation – decomposing HICPX inflation into components», Boletín Económico, n.º 7, BCE, 2022.

  9. Véase Financial Stability Review, BCE, noviembre de 2023.

  10. La calidad de los activos bancarios es también una cuestión importante para la Supervisión Bancaria del BCE. Véase la Respuesta del BCE a la «Resolución sobre la unión bancaria: informe anual 2023» del Parlamento Europeo para un resumen detallado de las iniciativas de supervisión emprendidas por el BCE en este ámbito.

  11. En un estudio realizado por expertos del BCE, se constató, por ejemplo, que el calor extremo del verano de 2022 incrementó la inflación de los precios de los alimentos en la zona del euro un 0,8 % después de doce meses. Véase Kotz, M., Kuik, F., Lis, E., y Nickel, C., «The impact of global warming on inflation: averages, seasonality and extremes», Working Paper Series, n.º 2821, BCE, mayo de 2023.

  12. A principios de 2024 se publicó una sección especial sobre los efectos macroeconómicos de las políticas de transición contra el cambio climático, incluida una evaluación del impacto de las políticas fiscales ecológicas discrecionales sobre el crecimiento del PIB y la inflación. Véase «Assessing the macroeconomic effects of climate change transition policies», Boletín Económico, n.º 1, sección 4, BCE, 2024.

  13. Véase «Climate and nature plan 2024-2025 at a glance».

  14. Véase «El BCE presenta un plan de actuación para incluir consideraciones climáticas en su estrategia de política monetaria», nota de prensa, BCE, 8 de julio de 2021.

  15. Para más información sobre esta decisión relativa a los recortes de los activos de garantía, véase «Decisiones adoptadas por el Consejo de Gobierno», BCE, octubre de 2023.

  16. Véase «Cambios en el marco operativo para la aplicación de la política monetaria», Declaración del Consejo de Gobierno, BCE, 13 de marzo de 2024.

  17. La línea de trabajo de la NGFS sobre diseño y análisis de escenarios produce escenarios climáticos ampliamente reconocidos, utilizados por los bancos centrales, los supervisores y el sector financiero. Paralelamente a las actualizaciones de los escenarios a largo plazo, la NGFS ha empezado a desarrollar escenarios a corto plazo que se centrarán en los riesgos potencialmente graves relacionados con el clima a corto plazo y podrán utilizarse para pruebas de resistencia climática y ejercicios similares.

  18. Véase «Faster green transition would benefit firms, households and banks, ECB economy-wide climate stress test finds», nota de prensaBCE, 6 de septiembre de 2023.

  19. En 2022, el BCE presentó una carta para la igualdad, la diversidad y la inclusión junto con otras instituciones del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y del Mecanismo Único de Supervisión (MUS). Véase «El BCE presenta la carta para la igualdad, la diversidad y la inclusión», nota de prensa, BCE, 26 de julio de 2022.

  20. Véase la «Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a la instauración del euro digital,», Comisión Europea, COM/2023/369 final, 28 de junio de 2023; «Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo al curso legal de los billetes y monedas en euros», Comisión Europea, COM/2023/364 final, 28 de junio de 2023; y «El BCE acoge favorablemente las propuestas legislativas de la Comisión Europea sobre el euro digital y el efectivo», nota de prensa, BCE, 28 de junio 2023.

  21. La estrategia de efectivo del Eurosistema tiene como objetivo asegurar que el efectivo siga estando fácilmente disponible y siendo ampliamente aceptado como medio de pago y depósito de valor.

  22. Para más información sobre el progreso del euro digital, véase el informe «A stocktake on the digital euro», BCE, 18 de octubre 2023 y “Preserving people’s freedom to use a public means of payment: insights into the digital euro preparation phase», intervención de Piero Cipollone ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 14 de febrero. Véase también el «Dictamen del Banco Central Europeo, de 31 de octubre de 2023, sobre el euro digital (CON/2023/34)» (DO C/2024/669, 12.1.2024).

  23. Los servicios desarrollados y operados por el Eurosistema, garantizan la libre circulación de efectivo, valores y activos de garantía en toda Europa,

  24. TIBER-EU es un marco europeo para ciberataques simulados basado en inteligencia de seguridad (Threat Intelligence-based Ethical Red Teaming). Ofrece una amplia guía sobre cómo deben colaborar las autoridades, las entidades y los proveedores de pruebas basadas en inteligencia de seguridad y de tipo red-team para someter a prueba y mejorar la ciberresiliencia de las entidades llevando a cabo ciberataques controlados. Véase «What is TIBER-EU?».

  25. Los expertos del BCE presentaron una nota al foro estadístico del FMI de 2023 referida al conjunto de datos sobre criptoactivos del BCE y los indicadores que utiliza para el seguimiento periódico de las actividades con criptoactivos y de los principales agentes de criptoactivos. Véase también «Paradise lost? How crypto failed to deliver on its promises and what to do about it», discurso pronunciado por Fabio Panetta en la 22ª Conferencia Anual del BPI, 23 de junio de 2023, para más referencias a datos de seguimiento de criptoactivos del BCE.

  26. Algunos ejemplos son «Crypto-assets and decentralised finance», JERS, 2023, «EU Non-bank Financial Intermediation Risk Monitor 2023», JERS, 2023, «The Financial Stability Risks of Decentralised Finance», Consejo de Estabilidad Financiera, 2023 y «The Financial Stability Implications of multifunction Cryptoasset Intermediaries», Consejo de Estabilidad Financiera, 2023.

  27. Véase «Exchange of Letters between the ECB and the European Parliament on structuring their interaction practices in the area of central banking» en el sitio web del BCE.

  28. Véase Reglamento (UE) n.o 1024/2013 del Consejo, de 15 de octubre de 2013, que encomienda al Banco Central Europeo tareas específicas respecto de políticas relacionadas con la supervisión prudencial de las entidades de crédito (DO L 287 de 29.10.2013, p. 63).

  29. Véase el Acuerdo interinstitucional entre el Parlamento Europeo y el Banco Central Europeo relativo a las normas prácticas de ejecución de la rendición de cuentas democrática y de la supervisión del ejercicio de las tareas encomendadas al Banco Central Europeo en el marco del Mecanismo Único de Supervisión (DO L 320 de 30.11.2013, p. 1).

  30. Véase el Memorando de Entendimiento entre el Consejo de la Unión Europea y el BCE sobre la cooperación en los procedimientos relacionados con el mecanismo único de supervisión (MOU/2013/12111).

  31. Véase, por ejemplo, «Credibility gains from communicating with the public: evidence from the ECB’s new monetary policy strategy», Working Paper Series, n.º, BCE, febrero de 2023.

  32. Véase «El BCE anuncia cambios en el marco operativo para la aplicación de la política monetaria», nota de prensa, BCE, 13 de marzo de 2024.

  33. Véase «The international role of the euro», BCE, junio de 2023.

  34. Véase la nota de prensa, «El BCE anuncia nuevas medidas para incrementar el porcentaje de mujeres de su plantilla», BCE, 14 de mayo de 2020.

  35. Véase «Diversity Networks» en el sitio web del BCE.

  36. Véase Orientación (UE) 2021/2253 del Banco Central Europeo, de 2 de noviembre de 2021, por la que se establecen los principios del Régimen Deontológico del Eurosistema (BCE/2021/49), (DO L 454 de 17.12.2021, p. 7) y Orientación (UE) 2021/2256 del Banco Central Europeo, de 2 de noviembre de 2021, por la que se establecen los principios del Régimen Deontológico para el Mecanismo Único de Supervisión (BCE/2021/50) (refundición), (DO L 454 de 17.12.2021, p. 21).

  37. Véase ««El BCE publica normas reforzadas sobre las operaciones financieras privadas de sus altos cargos» , nota de prensa, BCE, 16 de diciembre de 2022.

  38. Véase el considerando 23 de la Directiva (UE) 2019/1937 del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la protección de las personas que informen sobre infracciones del Derecho de la Unión (DO L 305 de 26.11.2019, p. 17).

  39. Véase «Comentarios sobre las observaciones formuladas por el Parlamento Europeo en su resolución sobre el Informe Anual 2021 del Banco Central Europeo».

  40. Véase la Decisión del Banco Central Europeo, de 20 de octubre de 2020, por la que se modifica el Reglamento del personal del Banco Central Europeo en lo que respecta a la introducción de un mecanismo de denuncia de infracciones y la mejora de la protección de los denunciantes (BCE/2020/NP37) y la Decisión (UE) 2020/1575 del Banco Central Europeo, de 27 de octubre de 2020, acerca de la evaluación y el seguimiento de la información sobre infracciones presentada mediante el mecanismo de denuncia de infracciones que afecte a un alto cargo del BCE (BCE/2020/54), (DO L 359, 29.10.2020, p. 14).